Recostado en el suelo acabo de recordar unos de los momentos más difíciles de mi vida, recordé el día en que todo cambio, yo que era el desastre de la familia y que tenía un gran resentimiento con mi hermano por ser siempre el mejor, también lo quería mucho y sé que soy el culpable de su muerte.
Desde ese día cambie mi forma de actuar deje la bebida y comencé a tratar de llenar el vacío que dejo mi hermano, tuve que ir muchas veces al psicólogo ya que no podía superar la muerte de mi hermano, ellos me dijeron que la única forma de superarlo era borrando lo que paso.
Borre completamente ese momento, lo borre de mi vida y con ello también enterré mi personalidad negativa, la que vivía con envidia y rencor, encerré dentro de mi todo lo que era malo y trato de ser como mi hermano, trate y hasta la fecha de ser el hijo que ellos perdieron.
Al cumplir los 18 había cambiado toda mi personalidad y cambie mi nombre William por David que era el nombre de mi hermano, he tratado de ser una gran estudiante y un gran hijo para mi madre.
– ¡Hola! Soy Richard ¿puedes levantarte?
Un hombre me saluda, es un hombre mayor me recuerda mucho a mi padre, ¿Qué acaba de pasar? Le pregunto.
– Te acabas de encontrar con William.
– ¿Quién es William?
– Es la persona que culpaste de la muerte de tu hermano.
– Yo no culpe a nadie de la muerte de mi hermano solo a mí mismo.
– Si lo hiciste, al culparte a ti mismo y cambiar.
– ¿Quién es usted?
– Yo solo soy una persona que vino a ayudarte muchacho, puedo ser quien tú quieras, Mi propósito acá es el que tú me diste, ¡ayudarte!
– ¿Ayudarme de qué?
– De William, él ha esperado mucho tiempo este momento, el poder verte frente a frente.
Ese hombre está loco William no existe, yo no conozco ningún William, le grito que está loco, entro a la casa, molesto por ese hombre, me tomo la cabeza con ambas manos, está pasando de nuevo, me está pasando de nuevo, estoy alucinando y no tengo mi medicina, subo las escaleras, comienzo a buscar en la gavetas, no encuentro nada, donde está mi medicamento, comienzo a gritar de desesperación, “No quería recordar esto, no quería recordar esto”, me siento en una esquina de la habitación, comienzo a llorar, no sé qué hacer, cierro mis ojos tratando de pensar que esto no es cierto, los cierro más fuerte, en ese momento veo un sombra acercarse, es él otra vez con un arma en la mano, me apunta y me dice “Te dije que te iba a sacar de tu sufrimiento”, escucho un ruido y todo se queda en silencio.
Lejos de allí en una sala de hospital, están varias personas preocupadas por el estado de salud del paciente que tiene, en eso el paciente abre los ojos, el doctor incrédulo se acerca y le dice al paciente “Hola Sr. David, ¿cómo se siente?” el paciente con ojos de sorprendido asienta con la cabeza, y doctor no lo puede creer, no tenían esperanzas de que el paciente volviera en sí. El doctor le pregunta nuevamente al paciente “Sr. David ¿Sabe usted dónde está?” el paciente le dice “NO”, el doctor le dice que está en un hospital en la zona 10, y paciente lo interrumpe y le dice “No soy David, mi nombre es William”.
¿Poseido? ¿Ha borrado su mente? ¿Que le sucedió?
¡Qué buena historia!
Se necesita la secuela 😉
Congrats..