El beso más dulce
Bueno el grupo ya se había consolidado, Roberto siempre hablando de más y actuando como un cretino (bueno eso decían ellas, a mí el me parecía genial), siempre las hacia enojar, pero era infaltable en el grupo, Roberto su forma de llamar la atención era precisamente esa hacer relajo, decir cualquier cosa que le pasaba a la cabeza y nosotros encantados, Betty tal vez era la que más lo odiaba, siempre peleaba con él, obviamente se gustaban, y creo que era la forma que ellos expresaban lo que sentían uno por el otro, gritándose.
Mi amigo Erick, de un momento a otro ya era novio de Samaria, y claro yo era el más frustrado del mundo, y parecía que el mundo se me venía encima y que ya no valía la pena vivir (ahora me rio de esa forma de pensar). Viti tratando de sacarme de la depresión, que era evidente que tenía, me dijo que me iba a presentar a una amiga suya, pero en ese momento yo no quería saber nada de nadie, yo solo quería a Samaria y cada vez le hablaba menos y me alejaba de ella.
Llego el día en que me Viti me dijo que me iba a presentar a su amiga, lo recuerdo bien, era como a las 6 de la tarde, ya estaba oscureciendo, yo estaba esperando a la vuelta de la esquina de mi casa, estaba un poco nervioso no sabia qué esperar de su amiga,
- ¿Y si era fea? Tal vez por eso me la quiere presentar,
Ya estaba aburrido, desesperado, me quería ir, y cuando estaba a punto de irme llego Viti con su amiga era morena pelo lizo, bonito cuerpo, la verdad era una mujer muy linda, claro que estaba fuera de mi liga, cuando ella me vio, se rió (como diciendo este niño), no le di la mejor impresión, seguramente mis tenis Adidas clásicos que ya no eran blancos, sino negros por siempre los usaba, para todo, mi playera floja de Metálica seguramente no le llamo mucho la atención.
Hablamos por un rato, Viti nos dejó solos, pero no había química, nos sentíamos incómodos uno con el otro, porque aunque ella era muy bonita yo no dejaba de pensar en Samaria, y ella pensaba que era muy pequeño para ella y que parecía un vagabundo. Bueno ella hizo su parte y yo no hice la mía, primero la aburrí con mis historias infantiles, me dijo cortésmente que ya se tenía que ir, que era tarde.
Ella se fue y me quede solo sentado en la banqueta, apareció Viti para consolarme, extrañamente ella había se había tomado la tarea de quitarme la depresión, perecía que todo mundo era feliz en el grupo, menos yo. Pero cuando uno es joven no ve más allá de su nariz, bueno yo tengo una gran nariz, pero era pequeña comparado con todo lo que había por ver en la vida.
Viti se sentó a la par mía y me consoló todo lo que pudo, y me dijo algo que no vi venir
- Me dijo “Siempre me has perecido muy lindo, si tuviéramos la misma edad seguramente seriamos novios”,
Ella era 2 años mayor que yo, en ese tiempo parecía demasiado, yo la verdad nunca me plantee tener algo con ella, no solo porque era la novia del matón de la zona, al que todos teníamos miedo, sino porque ella estaba en otra liga, es decir yo la veía a ella como una mujer que ni en mis sueños me haría caso, ella era muy hermosa, tenía un pelo negro lizo que parecía brillar, unos ojos negros picaros, unos labios rojos hermosos,
Cuando ella me dijo esas palabras, parece que algo exploto dentro de mi y me quede paralizado.
Me levante lentamente no sabía que decir, ella se levantó me miro y rio, me dijo
- “No te sientas mal, vas a encontrar a alguien que te quiera, te lo aseguro”
Me tomo de la mano, me miro a los ojos, y sentí como si todo se había detenido por un instante, no había ningún sonido, todo parecía estar en detenido, yo tratando de no bajar la mirada, tratando de entender lo que estaba pasando, me quede un momento en paz, no había nada en mi mente, estaba totalmente concentrado en ese momento, y ella cada vez se acercaba más sin quitarme la vista de los ojos, se acerco tanto hasta que se juntó su nariz con la mía (como soy narizón eran como 2 cuadras de distancia), yo podía sentir su respiración y hasta podía escuchar unos latidos de corazón, que sonaban como tambores, claro que eran los míos, que estaba a punto de explotar.
Ya estando casi rozando el labio del uno con el otro, ella se detuvo, no avanzo más, se quedó como esperando que yo diera el paso, que perdiera el miedo, y por supuesto que eso hice, me acerque el milímetro que faltaba y al fin pude probar su increíbles labios rojos, eran tan dulces, nunca en mi vida había sentido esa sensación, claro que ya había besado antes, pero esta vez era una experiencia increíble, sus labios eran tan suaves y tan dulces, juntamos cuerpo contra cuerpo, pude sentir que a ella también le estaba explotando el corazón, cerré los ojos y me deje llevar, fue un beso prolongado, el beso se extendió por toda la eternidad.
Al final ella, se detuvo y me dijo “No lo vayas a olvidar”. Y tantos años después no he podido ni querido olvidado ese beso, el primero de muchos que nos dimos.